Si uno analiza el uso de las redes sociales entre las personas de su entorno a lo largo del tiempo, puede intuir unos cambios de conducta, un aprendizaje, una evolución. Aunque siguen existiendo aquellos que utilizan las herramientas digitales como tribuna para compartir sus “mejores momentos” con sus 250 “amigos”, o para abrumar a sus seguidores con “reflexiones de gran calado que pongan de manifiesto su rica vida interior”, las tendencias apuntan a que estos perfiles cuentavidas vayan a menos y ganen relevancia quienes realmente se esfuercen por compartir contenido de valor.
Toda esta introducción no pretende más que establecer un paralelismo entre lo que cuenta una persona de su vida y lo que cuenta una empresa de su actividad. Quizás por falta de tiempo, por una carencia de espacio para una reflexión estratégica de puertas hacia dentro o, sencillamente, porque el día a día es un tren sin paradas al que cuesta seguir el paso, en Foocuzz hemos pasado mucho tiempo (demasiado, qué duda cabe) sin alimentar nuestra propia marca, sin generar contenidos propios, en definitiva, sin prestar atención a nuestra imagen corporativa.
Sin querer que suene a excusa aunque a todas luces lo parezca, este «descuido» (si podemos llamarlo así) no es gratuito, sino que responde a una necesidad básica de priorizar tiempo y recursos, y en nuestro caso (suponemos que como en todas las agencias, no queremos desmerecer a nadie) esa prioridad recae en los clientes. ¿Quiere decir esto que no hemos tenido tiempo para pensar en la Marca Foocuzz? Ni mucho menos. Sencillamente, hemos quedado anclados en un andén a la espera del momento adecuado, de que pase nuestro tren. Y aunque el peligro de dejarse atrapar por esas esperas es, precisamente, que muchas veces no llega a pasar ese tren, nosotros hemos tenido la fortuna de dar con él.
Hace menos de dos meses decidimos presentar a un festival publicitario uno de nuestros proyectos en colaboración con Rafael Sierra Madariaga, Jefe de Marketing Digital y Multicanal de FAES FARMA y cliente con el que llevamos ya más de dos años de estrecha de colaboración. Era algo que, desde luego, escapaba un poco de nuestros planes habituales; si no tenemos tiempo para llevar al día nuestro propio blog, ¿podemos aspirar a ganar un premio?
Pero finalmente, con apoyo del cliente nos decidimos y nos lanzamos a la piscina. ¿El proyecto? La estrategia digital para el lanzamiento de un producto Healthcare en todo el país: Raylex. ¿El certamen? Los Premios ASPID de Comunicación y Publicidad Iberoamericana de salud y farmacia. ¿Y el resultado? A estas alturas no es ningún secreto que nos llevamos el Aspid de Oro a la mejor Campaña Integral Digital, algo que a pesar de ser conscientes del buen trabajo realizado no dejó de pillarnos de sorpresa, pues era la primera vez que nos presentábamos a un concurso de agencias.
Al final, tras recuperarnos del impacto inicial y lograr la transición de la sorpresa a la alegría, tocaba la reflexión. Nunca antes, en efecto, nos habíamos presentado a un concurso publicitario y por tal inexperiencia dimos por hecho que la obtención de un galardón era algo fuera de nuestro alcance, algo más bien pensado para grandes agencias como Ogilvy, Saatchi&Saatchi, McCann… Pero al vernos en el listado de premios por encima de algunos de esos “gigantes” tocaba preguntarse. ¿Qué hemos hecho bien?
Como adelantaba al principio, somos una agencia 100% orientada al cliente. Esto puede parecer una obviedad pues, ¿qué empresa no depende de sus clientes? Por eso quizás sea necesario matizar esta afirmación. Cuando hablamos de “orientación al cliente” no queremos ni mucho menos decir que otras agencias trabajen para el propio lucimiento o por objetivos más egocéntricos; todos somos profesionales y conscientes de quién nos da de comer.
Pero esa prioridad extrema que siempre damos a las necesidades de aquellos que confían en nosotros nos resta dedicación para trabajar en nuestra propia visibilidad. Nuestro modus operandi se basa más en ese trabajo en la sombra, ese tener siempre la mente sintonizada con los objetivos de nuestras cuentas, ese disfrutar de la suficiente cintura para poder modificar las estrategias sobre el terreno en base a resultados en tiempo real, ese descarado “proponer aunque no nos pregunten”, ese estar siempre a disposición del cliente…
Esa fijación y constante preocupación por las metas e imagen de las empresas y personas que nos confían su marca nos satisface, porque sabemos que ante todo hacemos bien nuestro trabajo, pero también nos como poso una verdad irrenunciable: no estamos acostumbrados a salir en la foto.
Antes decía que no hemos tenido tiempo para trabajar la Marca Foocuzz, pero quizás eso sea inexacto. Quizás durante todo este tiempo hemos estado, precisamente, trabajando la Marca Foocuzz en la sombra, al cobijo de quienes nos conocen y depositan en nuestras sacrificadas manos los objetivos de sus estrategias y campañas de marketing digital. La Marca Foocuzz existe, y tiene fuerza donde más nos ha podido aportar estos cuatro años: en las cabezas de nuestros clientes.
Pero, efectivamente ahora nos toca dar un paso al frente. Hemos cogido el tren y estamos dispuestos a ver dónde nos lleva. Ha llegado el momento de transportar nuestra marca a una nueva estación; el momento de salir de las sombras y comenzar a visibilizar la Marca Foocuzz.
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